HOMENAJE A MAESTROS QUE SE REBELAN SOÑANDO

Deseo hacer llegar este homenaje a los mejores Maestros y Maestras que de una u otra manera se han cruzado en mi camino. Ahora más que nunca sé que no estamos solos ni extintos.

¡Que nos pellizquen por amar, no por querer!

Si al leerme, escucharme o verme, se generan en ti emociones positivas: pellízcame y compártelo con los mejores Maestros y Maestras que conozcas.

No quiero protestar. No quiero quejarme. No quiero gritar. No quiero sufrir, ni desangrar ni desangrarme. No quiero discutir. No quiero confrontar. No quiero reclamar. No quiero contrastar. No quiero. Podría, pero no quiero.

Sin embargo, yo que nací siendo divergente (los que me conocen lo saben), a mis treinta y diez mantengo mi actitud rebelde, lo que me motiva a actuar de otra manera. Soñar es mi acto de rebeldía. No me malinterpretéis, por favor; tampoco se trata de plasmar un sueño lúcido para finalmente terminar diciendo “los sueños, sueños son” como dijo Calderón de la Barca. No.

Se trata únicamente de compartir lo que soy y de cómo lo siento. En esto soy una experta. Son mi conciencia y mi realidad quienes me protegen y a la vez me dan alas para interpretar y proyectar mis sueños así y de ninguna otra manera.

Nuestra Sociedad necesita de emociones positivas para reprogramarse. Emociones positivas para generar un cambio desde dentro hacia fuera. Emociones positivas para que cada individuo sienta el deseo de poder y querer sacar lo mejor de sí desde su propia esencia.